Reciclaje del plástico.
El reciclaje es la transformación de los residuos a través
de distintos procesos, que permiten restituir su valor económico, evitando así
su disposición final, siempre y cuando esta restitución favorezca un ahorro de
energía y materias primas sin perjuicio para la salud, los ecosistemas o sus
elementos.
La presencia de plásticos en los residuos se ha incrementado
de forma continua en las últimas décadas. Esto obedece a distintas causas,
entre las que destaca su utilización en productos de vida útil corta que son
desechados rápidamente por los usuarios; se ha estimado que alrededor del 50%
de los plásticos que se producen se destina a aplicaciones de un solo uso,
entre 20 y 25% se emplean en la construcción y el resto en la fabricación de
otros productos, como electrónicos, muebles y vehículos.
Como la gran mayoría de los plásticos no son degradables,
una vez que se desechan se acumulan en los rellenos sanitarios o tiraderos, e
incluso en los distintos hábitats que conforman el planeta, a los que llegan
debido a su mal manejo. Además de los problemas asociados a su manejo como
residuos, los plásticos generan impactos en el ambiente en otras etapas de su
ciclo de vida. Uno de sus efectos más notables es 3 su contribución al
agotamiento de los recursos no renovables, ya que se calcula que 4% del
petróleo y gas extraídos se usa como materia prima para la producción de
plásticos, y entre 3 y 4% para generar la energía requerida en su manufactura.
Los plásticos, en función de su estructura y su
comportamiento cuando son expuestos a la temperatura pueden clasificarse en
termoplásticos, termofijos y elastómeros. Los termoplásticos, al estar
compuestos por cadenas lineales y ramificadas, se funden al ser sometidos al
calor y pueden adoptar nuevas formas. Esta propiedad es fundamental para el
reciclaje, pues permite recuperar los materiales y volver a utilizarlos
mediante procesos físicos simples, como el calentamiento. Dado que
aproximadamente el 80% de los plásticos que se producen son termoplásticos,
puede afirmarse que la gran mayoría de los plásticos son reciclables. Los
termoplásticos, a su vez, pueden dividirse en dos grupos;
Commodities:
son plásticos de bajo costo que se producen en grandes volúmenes, por lo que
son ampliamente empleados en aplicaciones de vida útil corta. Este grupo, que
incluye a los polietilenos (PE), polipropileno (PP), policloruro de vinilo
(PVC), poliestireno (PS), polietilen tereftalato (PET) y sus copolímeros,
constituye la proporción principal de los plásticos reciclados.
Plásticos de ingeniería: tienen mejores
propiedades mecánicas, resistencia al calor y al impacto, por lo que pueden
usarse para reemplazar metales en productos como los automóviles y equipo
electrónico

Códigos de separación.

Formas de reciclaje
del plástico
La clasificación más aceptada de los procesos que se llevan
a cabo para reciclar los plásticos los divide en cuatro categorías: Reciclaje
primario o re-extrusión; reciclaje secundario o mecánico, reciclaje terciario o
químico, reciclaje cuaternario o valorización energética.
Reciclaje primario:
se realiza al reintroducir los residuos, recortes y rebabas, que se generan durante la producción, al
proceso de extrusión que se lleva a cabo en el mismo, con el fin de fabricar
productos de material similar.
Reciclaje secundario: En esta categoría se agrupan todos los
procesos físicos de reciclaje, es decir, aquellos en los que no se modifica la
estructura química o la composición de los plásticos.
Reciclaje terciario: se realiza mediante procesos térmicos
en los que se suministra calor a los plásticos y, mediante el control en la
cantidad de oxígeno y el uso de catalizadores, se logra la fragmentación de las
moléculas.
Reciclaje cuaternario: recupera de forma directa la
capacidad calorífica de los residuos plásticos
El procedimiento que se sigue para reciclar mecánicamente
plásticos consiste en trocear el material e introducirlo en una extrusora para
fabricar granza reciclada y después transformarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario